Ha oído hablar de compartir suscripciones con amigos y familiares, y probablemente ya haya sentido la tentación de hacerlo, pero ¿tiene dudas sobre su legalidad? He aquí los hechos y las razones por las que compartir suscripciones es perfectamente legal.
Condiciones generales de uso
Muchos proveedores de abonos incluyen en sus contratos condiciones generales de uso que permiten compartir los abonos entre miembros del mismo hogar, o incluso con amigos, normalmente sin restricciones.
En general, siempre que el uso sea razonable y no supere un número estipulado de usuarios simultáneos, se autoriza el uso compartido de abonos. Sharesub le ayuda a respetar estos límites utilizando plantillas en las que el número de plazas autorizadas está precumplimentado.
Estas suscripciones han sido diseñadas por las plataformas para ser utilizadas por varias personas, con diferentes cuentas o perfiles: así que, ¿por qué deberías quedarte sin ellas cuando estás pagando por ellas?
Jurisprudencia favorable al reparto de abonos
Existen precedentes legales que demuestran que compartir suscripciones no se considera ilegal. A menudo se considera que compartir los abonos es una práctica justa que no afecta a los intereses comerciales de los proveedores de abonos en la medida en que se encargan de comercializarlos.
Beneficios económicos y riesgos moderados
Compartir abonos ofrece muchas ventajas económicas a los consumidores. Al compartir un abono, se reducen los costes para cada participante, al tiempo que se disfruta del mismo servicio de alta calidad.
En cuanto a las plataformas, las suscripciones compartidas son una fuente considerable de ingresos. A pesar de los menores ingresos por usuario, los estudios demuestran que estas suscripciones generan mayores ventas globales porque los usuarios :
más fieles porque permanecen más tiempo con nosotros
se convirtieron al servicio cuando de otro modo no lo habrían suscrito o elegido
vehículos de marketing, ya que quienes descubren el servicio a través de terceros tienen más probabilidades de suscribirse a él con regularidad.
Por último, los riesgos asociados al uso compartido son mínimos, por no decir inexistentes, si tiene cuidado de elegir contraseñas únicas, de no reutilizarlas para sus otras cuentas y de actualizarlas cada vez que un co-suscriptor se dé de baja.
Compartir abonos puede parecer extraño, pero la jurisprudencia demuestra que es una práctica legal que tiene muchas ventajas para los consumidores. En particular, compartir los abonos permite ahorrar respetando a los editores de servicios.
Así que no dudes en compartir tus suscripciones para sacar el máximo partido a tu servicio.